El Hipermercado Libertad enfrenta un ajuste estructural debido a la baja sostenida en el nivel de compras, situación que afecta tanto a clientes locales como a quienes provenían de Paraguay. Para adaptarse, la empresa decidió reducir su formato, transformándose en un supermercado más compacto y optimizando los costos operativos.
Como parte de esta reestructuración, la firma puso en marcha un plan de retiros voluntarios para sus empleados, mientras analiza generar ingresos adicionales alquilando espacios dentro del establecimiento a terceros. La medida busca sostener la rentabilidad frente a la competencia creciente de supermercados de proximidad y nuevos formatos más pequeños.
El gremio de Empleados de Comercio expresó preocupación por la situación y señaló que los trabajadores recibieron poca información sobre el futuro inmediato de sus puestos. Este caso refleja la crisis que atraviesa el comercio mayorista y minorista en la región, donde la caída del consumo y los altos costos operativos obligan a los grandes comercios a replantear su modelo de negocios.