La magistrada sostuvo que las autoridades del colegio actuaron conforme al reglamento interno del establecimiento. Señaló que la madre del joven había firmado previamente el compromiso de cumplimiento de esas normas, que incluyen el uso del uniforme “de acuerdo a las exigencias y modalidades de cada énfasis”.
Asimismo, Arévalos remarcó que no se estaba ante un acto de discriminación al rechazar la medida solicitada. En su resolución, defendió la postura del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) de Paraguay, argumentando que permitir el uso del uniforme de niñas implicaría un trato desigual e instauraría un precedente que “impactaría negativamente en todo el sistema educativo nacional”.
Por otro lado, la jueza aprovechó la instancia para advertir a los padres sobre sus responsabilidades legales, haciendo hincapié en el cumplimiento de la patria potestad y de las normas de convivencia escolar.
La abogada de la familia del estudiante, Sonia Rojas, anunció que apelará la decisión judicial aunque aún no fue fijada la fecha para presentar el recurso ante el juzgado.