El proyecto comenzó como una animación en pixel-art inspirada en El Eternauta, protagonizada por un gato.  La respuesta del público fue inmediata: “La gente se emocionó, propuso nombres y pidió un juego”, comentó Juan Ignacio Sixto, cofundador de GATO y uno de los impulsores del proyecto.  Gracias a la plataforma GATO, que permite crear y compartir videojuegos sin necesidad de programación, el equipo transformó esa idea inicial en un título jugable en cuestión de días.