El Reino Unido ha anunciado la implementación de la castración química como medida para reducir la reincidencia de agresores sexuales, especialmente en casos de pedofilia. La ministra de Justicia, Shabana Mahmood, propuso extender esta práctica con el objetivo de disminuir la tasa de reincidencia en delitos sexuales.
La castración química es un procedimiento médico reversible que utiliza medicamentos para reducir la libido y controlar los impulsos sexuales. Aunque su efectividad es objeto de debate, algunos estudios sugieren que, cuando se combina con terapia psicológica, puede disminuir la reincidencia en ciertos tipos de delitos sexuales.
Esta medida ha generado un amplio debate en el Reino Unido y en otros países donde se ha considerado o implementado, como Estados Unidos, Colombia y Perú. Los defensores argumentan que puede ser una herramienta efectiva para proteger a las víctimas y prevenir futuros delitos, mientras que los críticos señalan preocupaciones éticas y legales, incluyendo el respeto a los derechos humanos y la autonomía corporal.
La decisión del Reino Unido de aplicar la castración química a agresores sexuales marca un precedente significativo en la lucha contra los delitos sexuales y plantea importantes preguntas sobre la mejor manera de equilibrar la seguridad pública con los derechos individuales.